Una villa en medio de la naturaleza, que está en estrecho diálogo con el paisaje alrededor y recuerda con nuestro divisor de mármol Traccia, la cultura árabe-siciliana que no se ha olvidado hasta el día de hoy. De Studio 4e.
De la descripción de los proyectistas
En esta obra, la naturaleza y la relación con el paisaje juegan un papel fundamental, con un enfoque riguroso, racionalista del proyecto y la libertad de expresión propia de la arquitectura orgánica.
Los diseñadores lograron resaltar la relación entre el interior y el exterior a través de un cuidadoso diálogo con elementos preexistentes típicos del campo siciliano, como el algarrobo centenario, guardián de la memoria del lugar, que era un elemento fascinante, el genius loci de este elegante proyecto de restauración.
A partir de una estructura existente construida en los años 80 pero nunca terminada, los arquitectos trabajaron sacando, devolviendo el edificio a sus elementos esenciales.
Los espacios fueron totalmente rediseñados para satisfacer las necesidades de los nuevos propietarios, definiendo una nueva imagen arquitectónica, comenzando por la búsqueda de un elegante equilibrio visual entre opacidad y transparencia. Los arquitectos crearon así una nueva villa de estilo minimalista, destacada por sus volúmenes compactos pero animada por el diseño dinámico de nuevas fachadas. Los espacios interiores destacan por la extraordinaria luminosidad de la luz natural. El salón en la planta baja, iluminado por un largo muro con grandes puertas correderas, asegura la continuidad espacial entre el interior de la casa y el pórtico, que se convierte en la continuación natural del espacio habitable en verano.
Los materiales utilizados fueron cuidadosamente seleccionados y evaluados en cuanto a textura, forma y capacidad evocadora. Por ejemplo, en el exterior la base destaca por el atractivo atemporal de la terracota artesanal en tonos bronce, elegida por su opacidad, que transmite una imagen de solidez y contrasta con el yeso blanco de las fachadas que realzan la geometría pura de los volúmenes y la interacción de luz y sombra mediterránea. En el interior, los diseñadores querían recrear la magia de un ambiente mediterráneo, utilizando el divisor de mármol Traccia. Es una elegante ala de mármol perforado, un recuerdo de una antigua mashrabiya, un homenaje a la cultura árabe-siciliana que separa sin dividir el salón y representa una fuerte relación entre tradición y modernidad.
Detalles
Courtyard house of stone
Proyecto arquitectural: Studio 4e, Arquitectos Fabio Costanzo and Maria Rosaria Piazza
Consultora de botánica: Lucia Gitto
Fotos de Angelo Geloso, cortesía de Studio 4e.
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